miércoles, 9 de marzo de 2011

No puedes dar aquello que no posees.

 

Quien no puede ser feliz, no puede dar felicidad, quien no está cómodo en la vida, no puede hacer que otros se sientan bien. Por eso hay personas que contagian su felicidad, así como personas que siempre tienen quejas y dejan tras de si un largo rastro de amargura. Cuando se piensa en esta frase, de inmediato pensamos en las cosas materiales que cada cual posee, es de aquellas personas que viven siempre en forma triste y maldiciendo su "mala suerte", porque todo les sale mal. Personas que siempre desean cosas que no están a su alcance, cosas que otros tienen. Personas que cuando algo tienen no saben apreciarlo y sólo piensan que debieran tener más. Todo sería diferente si esas personas pensaran por unos minutos que la felicidad y el gozo que se puede obtener en la vida, nos las brindan las cosas sencillas, cosas que siempre están a nuestro alcance,como un amanecer, disfrutar de admirar la belleza, de ver reír a los niños o simplemente agradecer lo que la vida no ha dado. Esa clases de personas, por más que les muestres estas cosas no sentirán nada, no tendrán alegría, y no lograrás hacerles sonreír con aquellas cosas que tú disfrutas. Puedes disfrutar de esas cosas porque estás llena de amor, de ilusiones, de esperanza, te sientes contenta por dentro y eso hace que seas una persona completa.
-Si tienes amor en tu corazón, puedes dar amor-. Y eso sí que es valioso.
Hay quien pensará que si una persona es feliz, es que no tiene problemas. Pero no es así, claro que tiene problemas, sólo que sabe sobrellevarlos y aunque muchas veces el dolor sea mayor que la satisfacción de hacer las cosas bien, por ser una persona llena y plena, nada logra anular su felicidad, ni su serenidad para ver la vida. Toma todo lo malo como experiencias y saber salir adelante aun y a pesar de estos problemas cotidianos que la vida nos da cada día. Lograr la felicidad interior sucede cuando todo tu ser está en completa armonía con todo lo que eres o haces; y mientras más amor repartas hacia el mundo, más grande se hace dentro de ti a modo que puedes repartirlo a manos llenas. Eso te convierte en una persona bien encaminada, alguien que sabe lo que quiere, que conoce sus metas y hacia hasta donde llegar. Ser así te convierte en una de esas personas a las que todos se le acercan, pues son como un imán a la cual todo se le pega, lo bueno y lo malo… Pero sabes salir airoso, pues te has construido firme y sólido.Por eso en la vida hay etapas que debemos ir quemando para evitar caer en el sufrimiento. La vida es alegría, es amor, es dar a manos llenas los talentos que poseemos. Dar amor es un acto que nos hará una mejor persona, única, irrepetible, porque podremos decir "yo sí puedo dar lo que tengo, que no es poco: Me sobra amor, me sobra felicidad. Soy alguien que lucha aun contra la corriente pero derramo felicidad a mi paso". 
Eres feliz. Puedes darlo todo…

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